Piense en sus dispositivos favoritos (su teléfono inteligente, computadora portátil, tableta, computadora o consola), las cosas que usa para jugar juegos geniales, ver videos divertidos y conectarse y chatear con amigos.
Muchos jóvenes dedican mucho tiempo libre a mirarlos. Resulta que los adolescentes pasan un promedio de ocho horas y media frente a las pantallas por día, y los preadolescentes no se quedan atrás, con cinco horas y media diarias.
Un estudio de 2017 de adolescentes de 13 a 18 años sugiere que estos pasan la mayor parte de esas horas hablando por teléfono en su habitación, solos y angustiados.
Esos sentimientos de soledad se correlacionan con el aumento del uso de los medios digitales. En 2022, el 95 por ciento de los adolescentes tenía teléfonos inteligentes, en comparación con el 23 por ciento de 2011. Y el 46 por ciento de los adolescentes de hoy dice que usa Internet casi constantemente, en comparación con el 24 por ciento de los adolescentes que dijeron lo mismo en 2014 y 2015.
Nuestro equipo de psiquiatras que trata a jóvenes con adicción digital tiene muchos pacientes que pasan más de 40 horas por semana frente a pantallas, y algunos, hasta 80.
Piénselo: si pasa “sólo” un promedio de 50 horas por semana en dispositivos entre los 13 y los 18 años, ¡el tiempo total que pasará frente a las pantallas equivale a más de 12 años de escuela!
Encontrar el equilibrio adecuado
Todo esto no quiere decir que todo lo relacionado con los dispositivos sea malo. En esta era digital, las personas se embarcan en viajes apasionantes a través de las pantallas de sus dispositivos.
Pero demasiado tiempo frente a la pantalla puede generar problemas. Como seres humanos, funcionamos mejor cuando estamos en un estado de equilibrio. Eso sucede cuando comemos bien, hacemos ejercicio con regularidad y dormimos lo suficiente.
Pero pasar demasiado tiempo usando dispositivos digitales puede provocar cambios en su forma de pensar y comportarse. Muchos adolescentes y preadolescentes desarrollaron el “miedo a perderse algo”, conocido como FOMO. Y un estudio muestra que algunas personas desarrollan nomofobia, que es el miedo a quedarse sin el teléfono o a sentirse ansioso cuando no puedes usarlo.
Además, la adicción digital en la escuela secundaria puede predecir depresión, ansiedad y alteraciones del sueño graves en la universidad.
Las tasas de depresión y ansiedad se están disparando entre los estudiantes universitarios. El miedo a perderse algo es generalizado y provoca alteraciones del sueño; Demasiados estudiantes universitarios duermen con sus teléfonos inteligentes encendidos y cerca de su cama, y se despiertan para responder mensajes de texto y notificaciones durante la noche. La interrupción del sueño en sí misma es un síntoma central tanto de la depresión como de la ansiedad.
Cómo evitar la adicción
Una encuesta de 2016 indicó que la mitad de los adolescentes se sentían adictos a sus dispositivos móviles.
Engancharse a las pantallas significa perderse actividades saludables. Para lograr un mejor equilibrio, algunos expertos recomiendan apagar todas las pantallas durante las comidas y salidas familiares. No te quejes cuando tus padres usen controles parentales. Y apaga todas las pantallas de tu dormitorio entre 30 y 60 minutos antes de acostarte; esto mejorará el sueño.