Todo un ‘royal’, el novio de Belinda estudió en la ‘escuela de reyes’
El Institut Le Rosey es llamado también La escuela de reyes, debido a que en sus salones se formaron royals como el rey emérito Juan Carlos I, Fuad II de Egipto, Rainiero III, Guillermo de Luxemburgo o Marie-Chantal, princesa heredera de Grecia.
Fue fundado por Paul-Émile Carna en 1880 en las propiedades del Castillo du Rosey en el pueblo de Rolle, cantón de Vaud (Suiza), y se convirtió en un referente educativo para las monarquías europeas y la élite social en el mundo, al recibir cientos de solicitudes y a pocos estudiantes.
En Le Rosey hay un espacio para más de 60 países, «con una distribución geográfica equilibrada, gracias a una política estrictamente respetada de las lenguas y las cuotas de los países», se explica en el sitio oficial de la institución, por lo que Gonzalo no la tuvo sencilla.
La escuela acepta entre 80 a 90 nuevos estudiantes cada año, pero recibe un promedio de 400 solicitudes. Para poder acceder a la lista de espera se considera el género, edad y nacionalidad (esto último debido a la cuota máxima del 10 por ciento por país o grupo de países).
Para poder ser considerado como potencial estudiante hay que cumplir con ciertas características: tener habilidad intelectual, capacidad lingüística en inglés o francés (para los alumnos junior este conocimiento no será vital), deben ser «activos, curiosos y ambiciosos», se explica desde el Institut.
Así, su proceso de aprendizaje es bilingüe, tanto lingüística como culturalmente, se aprende en inglés y francés, por lo que la comunidad estudiantil se cultiva en razonar de manera «anglosajona» y «continental europea». También se pueden estudiar lenguas optativas, por lo que el sistema termina siendo cuatrilingüe.
También se toma en cuenta las actividades extracurriculares, como es la práctica de futbol, rugby, atletismo, baloncesto, voleibol, piscina, fitness, hípica y vela. En la formación se incluye el trabajo en coros, orquestas, conjuntos musicales, teatro, talleres de arte, estudios fotográficos o gastronomía.
El campus, de 28 hectáreas, está rodeado de árboles cerca de las casas de huéspedes y en los campos deportivos. Las suites son individuales o dobles, esto en función de la edad, y los estudiantes pueden decorarlas. Además, cuenta con un campus de invierno a donde el alumnado se traslada entre enero y marzo.